Antonio José
Gracia
Gutiérrez
Nombre y apellidos:
Antonio José Gracia Gutiérrez
Lugar y fecha de nacimiento:
en Espejo, el 22/09/1911.
Familia:
sus padres, Cristóbal Gracia y Eduvigis Gutiérrez, eran hortelanos. Vivían en la primera casa de la calle Torrecilla, bajando desde la plaza, en el número 3. Eran cinco hermanos, dos chicas (Teresa y Josefina) y tres chicos (Rafael, Antonio José y Justino). Tenía diez sobrinos.
Profesión:
entre sus amigos – especialmente los que tuvieron la desdicha de haber sido también deportados – se le conocía como Antonio José “el hortelano”. Sus padres, por entonces, cultivaban la huerta de “La Ratosa”, en la ribera del río Guadajoz, y toda la familia eran hortelanos. Campesino, agricultor (“Landwirt” - documentación del campo de concentración).
Stalag (campo de prisioneros de guerra): apresado en el Stalag VIII-C, de Zagan (Polonia). En octubre de 1940 fue trasladado al Stalag XII-D Trier, de Tréveris (Alemania).
Convoy: partió del Stalag el 22/01/1941 con destino al campo de concentración de Mauthausen. Eran 775 republicanos, de los cuales morirían 583. Con él iba su paisano José María Castro Carmona, con quien coincidió al menos desde su encarcelamiento.
Mauthausen:
Fecha de llegada: 25/01/1941.
Matrícula: 3736.
Kommandos y traslados: Gusen – fecha de llegada: 05/09/1944. Steyr-Münichholz, dedicado a producir armamento, donde fue lijador – fecha de llegada: 26/01/1945.
Su primo segundo, Antonio Arroyo Zamora, le ayudó a sobrevivir en el campo, ya que le daba algo de comida al trabajar en cocina. Tras la liberación, estuvieron siempre juntos, en Paris y luego en Narbona, muriendo ambos con solo unos días de diferencia.
Fecha y lugar de liberación: el 05 de mayo de 1945.
Fecha y lugar de la muerte: murió el 19/11/2001, en Narbonne (Aude, Francia), con 90 años.
En París – muy cerca de Montmatre – vivió hasta su jubilación, a comienzos de los años 70 de la pasada centuria, en que trasladó su residencia a la ciudad de Narbona donde permaneció hasta el final de sus días. En esta ciudad gozó de las continuas visitas de tres de sus sobrinos que vivían en Gerona; visitas que el matrimonio devolvía también con frecuencia. Todo ello contribuía, sin duda alguna, a aliviar – en la medida de lo posible – el durísimo recuerdo de los 186 peldaños malditos de la escalera de la muerte, en aquel Mauthausen-Gusen infernal.
Otros: afligida la familia en la creencia de su fallecimiento, les llegó la noticia – a través de otro espejeño residente en París, que casualmente lo había visto y reconocido– de que Antonio José había sobrevivido al maldito infierno del campo de concentración.
Poco tiempo después, su padre – la madre ya había fallecido – acompañado de su nieta Eduvigis, se trasladaron a la capital francesa para volverlo a ver y estrecharlo entre sus brazos. Más tarde, los familiares volvieron a estar con él, en esta ocasión en Hendaya, al no poder Antonio José cruzar la frontera. De todos ellos, y demás familiares, recibió siempre un cariño especial.
Uno de sus sobrinos, Miguel Ventura Gracia, es Cronista Oficial e Hijo Predilecto de Espejo. En el homenaje que su pueblo dedicó el 15 de junio de 2024 a los 11 espejeños que sufrieron el horror nazi, intervino, en nombre de toda la familia, y se refirió a su tío Antonio José Gracia como “una persona buena, de esmerados principios, espléndido y extremadamente generosa (…) Un hortelano honrado, íntegro, educado y trabajador”. Asimismo declaró que tras ser liberado, agonizante, recala en París donde conoció a quien sería su esposa, Jeannine, una mujer que lo cuidó con mimo y ternura, brindándole día a día todo su cariño y una exquisita atención. También manifestó su sobrino que desde que se permitió franquear fronteras, contó Antonio José con el calor de la familia, que esperaban con alborozo la llegada de su tío a Espejo. A su pueblo.
